Un Maracucho se queda sin trabajo. Desesperado, se va para Caracas y va con un amigo suyo, dueño de un supermercado, y le pide que le dé un trabajo.
El amigo le dice que le puede ofrecer un puesto como vendedor pero le advierte que a él le gusta que sus clientes sean muy bien atendidos y que se les convenza de comprar algo más antes de abandonar la tienda.
Como ejemplo, le dice que lo observe mientras atiende a una señora que acababa de entrar:
"¿Qué se le ofrece, señora?"
"Quisiera un limpiavidrios".
"Cómo no, aquí lo tiene, señora. ¿y por qué no aprovecha y se lleva un lustra-muebles, también?"
"¿Y yo para qué quiero un lustra-muebles?"
"Bueno, porque si sólo limpia los vidrios, los muebles se van a ver sucios; pero si los lustra, toda la casa se verá reluciente...".
"¡Tiene toda la razón, muchas gracias por su consejo!"
Se va la cliente muy contenta, y el dueño del supermercado le dice a su amigo que atienda a la joven que acaba de entrar, para ver si había aprendido la técnica.
"Buenas tardes, ¿qué se te ofrece, mija?
"Quiero un paquete de toallas sanitarias".
"Cómo no, aquí la teneis, mija... y ¿por qué no aprovecháis y te lleváis un limpiavidrios y un lustra-muebles?"
"¡Pero qué ridículo! ¿Y para qué quiero yo un lustra-muebles y un limpiavidrios?"
"Ridícula sois vos Mardita; vais a pasar una semana sin tirar. por lo menos aprovecháis y limpiáis la casa Coño e? tu madre!!
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