Un cura le pregunta a Jaimito en el confesionario:
- Jaimito, ¿quién se está robando el dinero de la limosna de los domingos?
- Padre, no le oigo nada.
- No te hagas el sordo, Jaimito. Sé que me escuchas perfectamente.
- ¿Qué padre? ¿Qué dice?
- Jaimito, fuiste tú quien se la robó. ¿Verdad?
- Padre, no le oigo
- Jaimito, ponte en este lado del confesionario y tú me preguntas; así te demostraré y verás que sí se oye.
- De acuerdo, padre.
Se cambian de posición y Jaimito le pregunta al cura:
- ¿Padre, quién se anda tirando a la hija del panadero, cada vez que viene a ensayar en el coro ?
- Tienes razón, hijo; ¡¡¡NO SE OYE NI MIERDA!!!
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