domingo, 14 de agosto de 2011

El catador de pollos


  Un borracho, casi cayéndose, entra a un restaurante y se sienta en una
  butaca a la barra. Pide un vino y comienza a tomar.
  A todo esto, entra al restaurante un hombre, bien vestido, se sienta a
  una mesa, llama al mozo y pide un pollo con papas fritas y aclara:
  Mozo, el pollo tiene que ser criado en Rosario . Mire que otro no me
  gusta.
  El borracho que estaba en la barra, para la oreja.
  Vuelve el mozo y le sirve el pollo con papas frita. Antes de
  retirarse, el hombre le dice: Espere mozo. Entonces toma el pollo por
  las patas, le mete del dedo en el culo, lo huele y dice: Este pollo no
  es de Rosario.
  * Este pollo fue criado en la granja Los Mirasoles de Entre Ríos. Le
  digo más: La granja esta en la calle Cristóbal Colón 1135. Así que,
  mozo retire esto y tráigame, por favor un pollo de Rosario. El mozo,
  asombrado, pide disculpas y retira lo que había traído. El borracho,
  que había escuchado todo,no podía creer nada. Se refregaba los ojos,
  se pellizcaba. Tomaba más vino y estaba como loco. Vuelve el mozo, con
  otro pollo.
  El parroquiano, realiza la misma operación: toma el pollo por las
  patas, lo levanta, le mete el dedo en el culo, lo huele y le dice:
  Mozo, este pollo no es de Rosario; es de la Pcia. de La Pampa ; de la
  granja La Gran Húmeda que esta en la calle 25 de Mayo 5210.
  * Por favor mozo retire esto. Voy a tomarlo como un mal entendido y
  esta vez tráigame un pollo de Rosario, por favor.
  El borracho, entendía menos que antes; se golpeaba la cabeza, daba
  vueltas a la silla, se pellizcaba. Estaba reloco y tomaba más vino.
  Volvió el mozo, sirvió el pollo. El hombre realizó la misma prueba y dijo:
  * Ahora sí. Este sí es un pollo de Rosario y es de los mejores; de la
  granja Los Esteros que esta en la calle San Juan 2152. Y se dispuso a
  comer.
  El borracho se cayó de la butaca. Se pegaba la cabeza contra la barra
  y siguió tomando vino.
  Cuando este señor terminó de comer, llamó al mozo y le pidió la cuenta.
  Entonces el borracho como pudo, se paró, chocando contra las mesas se
  fue hasta la puerta y se paró en el marco de la misma, impidiendo la
  salida.
  Cuando llegó este hombre, el borracho le dijo: Perdóneme señor, pero
  escuché lo que le pidió al mozo y vi lo que hizo con los pollos que le
  sirvieron y quiero pedirle un favor. El hombre, muy servicial, le
  dijo:
  * Pero como no.¿En qué puedo ayudarlo?.
  Y el borracho le preguntó:
  * ¿No me puede meter el dedo en el culo y decirme donde vivo, que me perdí?.

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