1.- CUARTOS SEPARADOS
Una abuelita de 98 años y un abuelito de 115 visitan al doctor:- "¿Entonces... nosotros no podemos hacer el amor?"
Dice el médico- "No mi señora, si ustedes lo hacen se pueden morir. Es mejor que duerman en cuartos separados"
A media noche, le tocan a la puerta del cuarto del viejito, quien pregunta:- "¿Quién es?"
A lo que la anciana contesta:- "¡Una viejita suicida!".
2.- DIVORCIO
Una pareja va a un abogado para divorciarse. Dice el abogado:- "Qué triste, tantos años juntos, usted con 89 años, la señora 81 y ahora deciden separarse, explíquenme el motivo, a lo mejor sí podemos resolver el problema".
Ella dice:- "Él tiene sólo una erección al mes".
Y él, rápidamente completa:-" ¡Y ella quiere que la desperdicie con ella!".
3.- DON JAIME
Estaban varios viejitos en una celebración. Uno de ellos, se levanta y anuncia:- "Cuando me muera quiero donar mis ojos".
Otro se levanta y dice:- "Cuando me muera quiero donar mi hígado".
Todo el mundo empieza a decir lo que va a donar cuando se muera, y ya solamente queda por hablar un octogenario. Le llega el turno y muy serio don Jaime declara:- "Cuando yo me muera voy a donar mi pene".
Todos los presentes exclaman:- "Qué generosidad, qué maravilla, ¡Nunca alguien se había ofrecido para donar eso!".
Todos gritaron:- "¡Viva don Jaime que va a donar su pene!".
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a gritar:- "¡Que se pare! ¡Que se pare! ¡Que se pare!"
Y don Jaime con una sonrisa dice:- "Si se para… ¡no lo dono!".
4.- EL SUPOSITORIO
Dos señoras de edad estaban un mediodía almorzando en un restaurante. Una de ellas observa algo gracioso en la oreja de la otra y le dice:- "Mabel, ¿Sabes que tienes un supositorio en tu oreja izquierda?"
Mabel sorprendida pregunta:- "¿Tengo un supositorio en mi oreja?"
Ella lo retira y lo mira con asombro. Entonces dice:- "Ethel, gracias, ahora ya se donde está mi audífono!"
5.- RECUERDOS
Dos mujeres mayores han sido amigas por décadas. A través de los años ellas compartieron toda clase de actividades y aventuras. Últimamente, sus actividades se han limitado a encontrarse algunas veces durante la semana a jugar a las cartas. Un día estaban jugando a las cartas, cuando una de ellas mira a la otra y le dice:
- "Ahora no te enojes conmigo, se que hemos sido amigas por mucho tiempo pero... ¡No puedo recordar tu nombre! Pienso y pienso, pero no lo recuerdo. Por favor, dime cual es tu nombre".
Su amiga la observa con una mirada penetrante. Por lo menos por 3 minutos la sigue mirando sorprendida y finalmente le dice:- "¡Espero que no estés muy apurada por saberlo!".
6.- EL CUMPLE DEL ABUELO
En el cumpleaños centenario del abuelo está toda la familia reunida cantándole las mañanitas, en un momento el abuelo, viejísimo, se ladea, parece que se va a caer de la silla, y todos gritan:- "¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!".
Y entre todos lo ponen en la posición correcta.
Al cabo de un rato se repite la misma situación y todos vuelven a gritar a coro :- "¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!".
Varias veces se repite el mismo capítulo, hasta que el abuelo dice enojado:- "¡Carajo! ¡Ni en el día de mi cumpleaños me puedo tirar un pedo tranquilo!".
Una abuelita de 98 años y un abuelito de 115 visitan al doctor:- "¿Entonces... nosotros no podemos hacer el amor?"
Dice el médico- "No mi señora, si ustedes lo hacen se pueden morir. Es mejor que duerman en cuartos separados"
A media noche, le tocan a la puerta del cuarto del viejito, quien pregunta:- "¿Quién es?"
A lo que la anciana contesta:- "¡Una viejita suicida!".
2.- DIVORCIO
Una pareja va a un abogado para divorciarse. Dice el abogado:- "Qué triste, tantos años juntos, usted con 89 años, la señora 81 y ahora deciden separarse, explíquenme el motivo, a lo mejor sí podemos resolver el problema".
Ella dice:- "Él tiene sólo una erección al mes".
Y él, rápidamente completa:-" ¡Y ella quiere que la desperdicie con ella!".
3.- DON JAIME
Estaban varios viejitos en una celebración. Uno de ellos, se levanta y anuncia:- "Cuando me muera quiero donar mis ojos".
Otro se levanta y dice:- "Cuando me muera quiero donar mi hígado".
Todo el mundo empieza a decir lo que va a donar cuando se muera, y ya solamente queda por hablar un octogenario. Le llega el turno y muy serio don Jaime declara:- "Cuando yo me muera voy a donar mi pene".
Todos los presentes exclaman:- "Qué generosidad, qué maravilla, ¡Nunca alguien se había ofrecido para donar eso!".
Todos gritaron:- "¡Viva don Jaime que va a donar su pene!".
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a gritar:- "¡Que se pare! ¡Que se pare! ¡Que se pare!"
Y don Jaime con una sonrisa dice:- "Si se para… ¡no lo dono!".
4.- EL SUPOSITORIO
Dos señoras de edad estaban un mediodía almorzando en un restaurante. Una de ellas observa algo gracioso en la oreja de la otra y le dice:- "Mabel, ¿Sabes que tienes un supositorio en tu oreja izquierda?"
Mabel sorprendida pregunta:- "¿Tengo un supositorio en mi oreja?"
Ella lo retira y lo mira con asombro. Entonces dice:- "Ethel, gracias, ahora ya se donde está mi audífono!"
5.- RECUERDOS
Dos mujeres mayores han sido amigas por décadas. A través de los años ellas compartieron toda clase de actividades y aventuras. Últimamente, sus actividades se han limitado a encontrarse algunas veces durante la semana a jugar a las cartas. Un día estaban jugando a las cartas, cuando una de ellas mira a la otra y le dice:
- "Ahora no te enojes conmigo, se que hemos sido amigas por mucho tiempo pero... ¡No puedo recordar tu nombre! Pienso y pienso, pero no lo recuerdo. Por favor, dime cual es tu nombre".
Su amiga la observa con una mirada penetrante. Por lo menos por 3 minutos la sigue mirando sorprendida y finalmente le dice:- "¡Espero que no estés muy apurada por saberlo!".
6.- EL CUMPLE DEL ABUELO
En el cumpleaños centenario del abuelo está toda la familia reunida cantándole las mañanitas, en un momento el abuelo, viejísimo, se ladea, parece que se va a caer de la silla, y todos gritan:- "¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!".
Y entre todos lo ponen en la posición correcta.
Al cabo de un rato se repite la misma situación y todos vuelven a gritar a coro :- "¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!".
Varias veces se repite el mismo capítulo, hasta que el abuelo dice enojado:- "¡Carajo! ¡Ni en el día de mi cumpleaños me puedo tirar un pedo tranquilo!".
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