Tras profundos análisis de los filósofos se ha determinado que si no existiera la palabra BOLAS, los venezolanos tendríamos serios problemas para poder comunicarnos. Seguidamente lean y verán la razón:
- Parte del cuerpo: Las bolas
- Indignación: ¡Que bolas!
- Descaro: Tú sí tienes bolas
- Atención: ¡Párame bolas!
- Esfuerzo: Echarle bola
- Adulador: Jalabolas
- Sin dinero: Pelando bolas
- Indiferencia: No me paran bolas
- Susto: Tengo las bolas de corbata
- Dolor muy grande: Dolor de bolas
- Gran esfuerzo: Le echó un camión de bolas
- Afirmativo: De bolas
- Cobarde: No tiene bolas
- Muy macho: Cuatriboleado
- Muy diferente: Tiene las bolas cuadradas
- Al final se rajó: No tiene bolas
- Afirmación segura: Me corto una bola
- Muy costoso: Cuesta una bola
- Por supuesto: De bolas que sí
- Pobre: Pela bola
- Valiente y arriesgado: Este sí tiene bolas
- No colaborador: Se echó las bolas al hombro
- Rumor: Corre la bola
- Perdió la oportunidad: Botó la bola.
- Obvio: De bolas
- Atrevido: Qué bolas tiene este.
Y al final entonces debo decir, ¡Qué bolas tengo yo de hacer esto!, no vaya a venir un huele bolas por ahí y diga: "Este en vez de estarse rascándose las bolas. Tan serio que se veía. La próxima vez no leo nada, mejor le pinto una bola". Y lo peor es que quien inventó todo esto está gozando una bola…
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