UN BUEN CATÓLICO
Un hombre mayor, italiano, que vivía en las afueras de Nápoles, fue a la iglesia local a confesarse.
Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombre dijo:
- Padre... Durante la Segunda Guerra Mundial, una mujer bonita golpeó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi sótano.
- ¡Esa fue una cosa maravillosa que has hecho, hijo! - contestó el sacerdote- No tienes la necesidad de confesar eso.
- No Padre, es que ella empezó a agradecerme con favores sexuales.
- Estando en gran peligro y bajo esas circunstancias, dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado de hecho.
- Gracias, Padre. Esa es una gran carga que le saca a mi alma . Pero tengo una duda más.
- ¿Y cuál es, hijo?
- ¿Cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?
MILAGRO
Un anciano entra al confesionario y dice al cura:
- Padre, tengo 80 años, estoy casado, tengo cuatro hijos y 11 nietos, y anoche tuve una aventura. Hice el amor a dos chicas de 21 años. A las dos. Dos veces.
- Bueno, hijo mío, ¿Cuál fue la última vez que te has confesado?
- Nunca padre, soy judío.
- Entonces, ¿Por qué me estas confesando esto?
- ¿Confesando, padre? ¡¡¡Se lo estoy contando a todo el mundo!!!
GREGORIO EL SEMENTAL
Una mujer en el confesionario:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el atardecer.
- Pues en penitencia, rezas tres padrenuestros y dejas 20 dólares de limosna.
Más tarde otra mujer:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el amanecer.
- Pues en penitencia, rezas 10 padrenuestros, y echas 30 dólares de limosna.
Más tarde otra nueva mujer:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor todo el día.
- ¡Pero esto no puede ser!, rezas 20 padrenuestros y echas 50 dólares de limosna.
Más tarde:
- Padre...
- Sí, tu también has conocido a Gregorio y habías estado haciendo el amor...
- No, padre. Yo soy Gregorio... O vamos a medias en la limosna, o me llevo a todas las mujeres a otra parroquia.
Ascenso
Cuando el sacerdote abrió el tablero del confesionario, el hombre dijo:
- Padre... Durante la Segunda Guerra Mundial, una mujer bonita golpeó a mi puerta y me pidió que la escondiera del enemigo. Así que yo la escondí en mi sótano.
- ¡Esa fue una cosa maravillosa que has hecho, hijo! - contestó el sacerdote- No tienes la necesidad de confesar eso.
- No Padre, es que ella empezó a agradecerme con favores sexuales.
- Estando en gran peligro y bajo esas circunstancias, dos personas pueden ser muy tentadas a actuar así. Pero si lo sientes verdaderamente, estás perdonado de hecho.
- Gracias, Padre. Esa es una gran carga que le saca a mi alma . Pero tengo una duda más.
- ¿Y cuál es, hijo?
- ¿Cree Ud. que debería decirle que la guerra ha terminado?
MILAGRO
Un anciano entra al confesionario y dice al cura:
- Padre, tengo 80 años, estoy casado, tengo cuatro hijos y 11 nietos, y anoche tuve una aventura. Hice el amor a dos chicas de 21 años. A las dos. Dos veces.
- Bueno, hijo mío, ¿Cuál fue la última vez que te has confesado?
- Nunca padre, soy judío.
- Entonces, ¿Por qué me estas confesando esto?
- ¿Confesando, padre? ¡¡¡Se lo estoy contando a todo el mundo!!!
GREGORIO EL SEMENTAL
Una mujer en el confesionario:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el atardecer.
- Pues en penitencia, rezas tres padrenuestros y dejas 20 dólares de limosna.
Más tarde otra mujer:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor hasta el amanecer.
- Pues en penitencia, rezas 10 padrenuestros, y echas 30 dólares de limosna.
Más tarde otra nueva mujer:
- Padre, hoy he conocido a Gregorio, y hemos estado haciendo el amor todo el día.
- ¡Pero esto no puede ser!, rezas 20 padrenuestros y echas 50 dólares de limosna.
Más tarde:
- Padre...
- Sí, tu también has conocido a Gregorio y habías estado haciendo el amor...
- No, padre. Yo soy Gregorio... O vamos a medias en la limosna, o me llevo a todas las mujeres a otra parroquia.
Ascenso
En el Ministerio de Defensa había un General de Brigada que estaba loco por una hermosa Capitán.
Se acerca a ella y le dice:
- Mañana me ascienden a General de División, y voy a tener a mi cargo el mando de personal.
Si accedes a hacer el amor conmigo, te asciendo inmediatamente.
La Capitán le contesta que sí, y cuando ya estaban en la cama, en pleno acto, ella le pregunta:
- ¿A qué grado me va a ascender, mi General?
El General le responde:
- A Cabo Primero.
- ¡¡¡Cómo que a Cabo Primero, si yo ya soy Capitán!!!
- ¡No, mujer!, que acabo primero y después hablamos.
La Monja y el Cura
Se acerca a ella y le dice:
- Mañana me ascienden a General de División, y voy a tener a mi cargo el mando de personal.
Si accedes a hacer el amor conmigo, te asciendo inmediatamente.
La Capitán le contesta que sí, y cuando ya estaban en la cama, en pleno acto, ella le pregunta:
- ¿A qué grado me va a ascender, mi General?
El General le responde:
- A Cabo Primero.
- ¡¡¡Cómo que a Cabo Primero, si yo ya soy Capitán!!!
- ¡No, mujer!, que acabo primero y después hablamos.
La Monja y el Cura
- Pepito: ¿Qué era tu papá antes de casarse?
- Era Cura, señorita.
- ¿Y tu mamá?
- Era monja, señorita.
- ¿Entonces colgaron los hábitos?
- No señorita, sólo se los subieron un poco.
LA PRIMERA VEZ
- Era Cura, señorita.
- ¿Y tu mamá?
- Era monja, señorita.
- ¿Entonces colgaron los hábitos?
- No señorita, sólo se los subieron un poco.
LA PRIMERA VEZ
- Mamá ¿Cómo es tener sexo por primera vez?
- ¡Bueno hija, el sexo la primera vez es como tener una muela floja!
La niña intrigada pregunta:
- ¿Cómo es eso?
La madre le dice: - Duele mucho, ¡¡¡pero no quieres que te la saquen!!!