1. Un hombre entra a una tienda de animales y ve un loro con un letrero que dice: "Loro que habla: $50". El hombre, sorprendido por el precio tan bajo, pregunta al dueño de la tienda: "¿Por qué tan barato?" El dueño responde: "Porque este loro solía vivir en un burdel". El hombre, intrigado, decide comprarlo. Cuando llega a casa, el loro dice: "¡Hola, guapo!" El hombre se ríe. Luego, las hijas del hombre entran y el loro dice: "¡Hola, chicas bonitas!" El hombre se ríe aún más. Finalmente, la esposa llega y el loro dice: "¡Hola, señora! ¡Hacía tiempo que no te veía!" El marido se queda en shock y dice: "¿Cómo sabes quién es ella?" Y el loro responde: "¡Soy un loro observador!".
2. Un niño le pregunta a su padre: "Papá, ¿por qué estás delante de la computadora con los ojos cerrados?" El padre responde: "Es que estoy descansando la vista". El niño le dice: "Pero si no estás mirando nada". Y el padre le contesta: "Exacto, eso es descansar la vista". Al rato, el niño vuelve y le pregunta: "Papá, ¿puedo descansar la vista también?" El padre responde: "Claro, hijo, pero primero tienes que hacer tu tarea". El niño se queda pensando y dice: "¿Y si cierro los ojos mientras hago la tarea?"
3. Un ingeniero, un médico y un matemático están discutiendo sobre cuál de sus profesiones es la más antigua. El médico dice: "La mía es la más antigua porque en la Biblia se menciona que Dios creó a Eva a partir de una costilla de Adán". El ingeniero responde: "Eso no es nada. Antes de eso, Dios tuvo que crear el orden del caos y eso es ingeniería". Entonces el matemático se ríe y dice: "¿Y quién creen que creó el caos?"
4. Un perro entra a una tienda de ropa y pide un abrigo. La vendedora lo mira extrañada y le pregunta: “¿Por qué quieres un abrigo?” El perro responde con voz profunda: “Porque quiero ser el perro más elegante del parque”. La vendedora se ríe y le dice: “¿Pero cómo vas a pagar?” Y el perro saca una tarjeta de crédito y dice: “No te preocupes, tengo una cuenta en el banco… ¡De huesos!”
5. Un profesor de matemáticas les pregunta a sus alumnos: “Si en una mano tengo 8 manzanas y en la otra mano tengo 6 manzanas, ¿qué tengo?” Un alumno levanta la mano y dice: “¡Manos enormes!”